jueves, 11 de febrero de 2010

Presentación Personal


Cuando nací me pusieron Carlos. Veinte años más tarde, sólo sigue llamándome así mi padre. Y eso me hace pensar en muchas cosas; no es que tenga un problema de identidad, sino que en cada edad o época de mi vida un mote u otro ha reflejado la personalidad con la que he afrontado el día a día. Nunca he sido un estudiante ejemplar, ya sea por vagancia o desinterés, pero si algo me entusiasma no hay quien me pare los pies. Lo que más me ha determinado siempre, sin duda, es la escritura. Mantenemos una tierna relación de amor-odio, ya que reconocer tu talento es aceptar tu sometimiento a él. En parte lo agradezco; la pasión por esto me hace invencible y el miedo me impide creerme bueno si no lo demuestro.

Hasta hoy, de lo que estoy más orgulloso es de haber evolucionado a través del rap - "¿El rap?" - Es algo que la gente me pregunta frecuentemente, como convencidos de que no me conviene. Pero no me importa, yo ya sé lo que me aporta. Y precisamente todo aquello que la poesía no puede darme, es lo que he venido a buscar en esta carrera: disciplina, madurez y orden a la hora de pensar y desarrollar una idea. Tengo claro que no quiero ser periodista, desde mi punto de vista, es frío, distante y poco estimulante. Me ha costado mucho dejar comunicación audiovisual y, por ello, creo que es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo. A mis nuevos compañeros de seminario sólo les pido, egoístamente, que lo den todo, para que no tenga más opción que trabajar del mismo modo.


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