jueves, 25 de febrero de 2010


"Una adorable criatura" desvela la verdadera personalidad de Marilyn Monroe


Sin faldas y a lo loco


Encuentran un retrato de la Marilyn Monroe más íntima firmado por Truman Capote


“Todo el mundo dice que no sé actuar (…) Nunca conseguiré un papel que me guste"


Nació para ser estrella. Norma Jeane Mortenson, creció en un entorno humilde desde el que emprendió su camino hacia Hollywood. Allí triunfó como actriz y modelo. Fue una de las figuras más influyentes del siglo XX hasta convertirse en un mito tras el nombre de Marilyn Monroe. La chica más sexy de la América de los cincuenta sigue siendo uno de los rostros más reconocibles de la historia. Pero su vida privada jamás se dio a conocer.

Un grupo de catedráticos de la Universidad de California descubrió, el pasado jueves, un manuscrito de veinte páginas donde se retrata el lado más íntimo de la joven actriz, firmado por Truman Capote. Fue encontrado en uno de los cajones del escritorio del periodista que, junto a su biblioteca y su obra, pertenecen al Ministerio de Cultura. El escrito será editado el próximo mes, pero ayer los medios de comunicación tuvimos acceso a él.

Marilyn Monroe y Truman Capote mantenían una relación de amistad muy especial. El escritor puso punto final a la obra, Una adorable criatura, en 1979, diecisiete años más tarde de la muerte de la actriz. El retrato empieza en un funeral, donde celebridades de todos lo rincones de Hollywood se reunieron para rendir homenaje a la famosa Constance Collier, en 1955. Entre ellos Monroe y Capote. A partir de aquí el escritor nos muestra la cara más oculta de la súper estrella; La chica acomplejada, insegura y débil que se escondía bajo los rizos rubios más famosos de la historia.

“Todo el mundo dice que no sé actuar (…) Nunca conseguiré un papel que me guste, mi físico está contra mí”, asegura la actriz en un pasaje del relato.

El manuscrito nos lleva a dar un paseo por Nueva York, junto a Marilyn, en el que descubriremos los miedos y vicios personales, “Debería vestirme siempre así (de luto), el perfecto anonimato”, que ese día compartió con Truman Capote, "Mientras pasaba el tiempo, me pregunté si (Marilyn) estaría tomando estimulantes o tranquilizantes".

Capote admiraba a Marilyn Monroe por muchas razones, su sencillez y su carácter impulsivo, pero sincero, hacían de ella una "criatura adorable" que afrontaba los delirios de la fama desde un corazón adolescente. "Me gusta bailar desnuda delante del espejo y ver cómo me saltan las tetas. Pero me gustaría no tener las manos tan gordas".

El escritor nos ofrece otro destape hollywoodiense que vuelve a desmantelar la cruda realidad tras las cámaras. Una realidad que ha absorbido la vida de muchas grandes estrellas "Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos".


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